El estrés: ¿Cómo quitarle peso al día a día?
Después de un día difícil de recados, tareas de la casa, hijos y trabajo; podemos terminar agotados. Siempre intentamos buscar actividades que nos hagan sentir mejor con nosotros mismos; salir con amigos, realizar ejercicio físico o ver alguna serie/película que nos haga desconectar un poco. Si tu actividad es el ejercicio físico estas de enhorabuena y si no lo es, no te preocupes, estás a tiempo de comenzar a cambiar.
Sabes que todas estas actividades, van aumentando el estrés de nuestro día a día.
El estrés es un proceso natural producido cuando las demandas del ambiente pueden llegar a superar los recursos de la persona presentando tres fases:
- Fase de activación: Preparación para hacer frente a la demanda.
- Fase de mantenimiento: Mantenimiento de la alta actividad
- Fase de agotamiento: Acaba por agotar sus recursos y pierde gradualmente la capacidad adaptativa anterior
Prácticamente cualquier forma de ejercicio, desde los ejercicios aeróbicos hasta el pilates, puede ayudar a aliviar el estrés. Aun si no eres deportista o, incluso, si no estás en forma, un poco de ejercicio puede contribuir en gran medida al manejo del estrés.
Descubre la relación entre hacer ejercicio y el alivio del estrés, y por qué el ejercicio debería formar parte de tu plan de manejo del estrés.
El estrés y el ejercicio físico mantienen una relación inversamente proporcional, es decir, que a medida que aumentamos el ejercicio físico reducimos el estrés.
- Aumenta las endorfinas. La actividad física ayuda a aumentar la producción de los neurotransmisores del cerebro que nos hacen sentir bien, denominados endorfinas. Correr, un partido de tenis emocionante o una caminata para disfrutar de la naturaleza pueden generar la misma sensación.
- Es una meditación en movimiento. Después de una sesión intensa o de varios largos en la piscina, a menudo notarás que te olvidaste de los disgustos del día y te concentraste únicamente en los movimientos de tu cuerpo. A medida que comiences a deshacerte con regularidad de las tensiones diarias a través del movimiento y la actividad física, tal vez descubras que este enfoque en una sola tarea, y la energía y el optimismo que genera, puede ayudarte a mantener la calma y la tranquilidad en todo lo que haces.
- Mejora tu estado de ánimo. Como decíamos en el post anterior (el empujón para nuestro estado de ánimo) el ejercicio periódico puede aumentar la confianza en ti mismo, puede relajarte y puede disminuir los síntomas relacionados con la depresión leve y la ansiedad. El ejercicio también puede mejorar el sueño, que a menudo resulta afectado por el estrés, la depresión y la ansiedad.
Todos estos beneficios del ejercicio pueden reducir tus niveles de estrés y darte una sensación de dominio sobre tu cuerpo y tu vida.
Independientemente de lo que hagas, no pienses en el ejercicio como una tarea más de la lista. Busca una actividad que disfrutes e incorpórala a tu rutina regular. Cualquier forma de actividad física te puede ayudar a relajarte y se puede convertir en una parte importante de tu enfoque para aliviar el estrés y así disminuyendo las posibilidades de sufrir otro tipo de trastorno o enfermedad.
¡Comienza el cambio!